Las agrupaciones participantes en la Sección Segunda del Certamen Internacional de Bandas de Música “Ciudad de Valencia” 2025 tendrán que interpretar como obra obligatoria la partitura “La Ruta” de David Pont Ripoll.
BIOGRAFÍA
David es Profesor de Trombón de la Banda Sinfónica Municipal de Valencia desde el año 2008, además de formar parte del quinteto Art of Brass Valencia.
Ha sido miembro de la Orquesta Sinfónica de Madrid, y es poseedor de varios premios internacionales en concursos de interpretación. Ha grabado el disco “Pont de colors” para trombón solista y diversas formaciones camerísticas.
Como director ha obtenido 4 primeros premios y dos menciones de honor en diversos certámenes, destacando en su faceta de compositor el primer premio conseguido en el concurso de la ciudad de Agost (Alicante), primer premio en el concurso de composición de El Verger (Alicante) y finalista en ambas ocasiones del concurso de La Nucía (Alicante).
Su música ha sido estrenada por la Banda Sinfónica Municipal de València, Orquesta de RTVE, por profesores solistas de la Orquesta Nacional de España y de la Orquesta de València.
OBRA OBLIGADA: «LA RUTA»
La Ruta, abreviación de “La Ruta del Bakalao o Ruta Destroy” fue un movimiento contracultural nacido en Valencia, que significó el mayor movimiento clubbing de la historia de España, y que marcó a varias generaciones en su forma de entender el ocio, e incluso la vida. Abarca desde finales de los 70 a finales de los 90.
La Ruta estaba compuesta por varias discotecas o salas de baile, separadas por pocos kilómetros, especializadas en distintos tipos de música y que se dividían al público por horarios y gustos. Se podía estar “de fiesta” (así se le llamaba al hecho de ir a la ruta) desde la noche del jueves hasta el lunes por la mañana ininterrumpidamente, y el ambiente que reinaba era de total cordialidad y “buen rollo” (en esto se asemejaba al movimiento hippie).
Tengamos en cuenta que España era una democracia joven, que no había apenas regulación horaria en el ocio, que la juventud sentía que habitaba un país recién estrenado, y que por primera vez entraban en España masivamente los distintos estilos musicales presentes en Europa desde hacía décadas. La Ruta, de hecho, fue la puerta de entrada a España de varias bandas, y Valencia acabaría siendo un centro pionero de producción de música electrónica.
El final de La Ruta vino marcado por la degradación del espíritu que la vio nacer. La aparición de drogas como el éxtasis o la cocaína, la progresiva pérdida de calidad y variedad musical, la masificación y la proliferación de salas sin más motivación que la económica, produjo que La Ruta fuese derivando en un espacio de violencia, peligro (sobre todo en las carreteras) y muerte. El estado acabaría cerrando muchas de las salas, y La Ruta quedó estigmatizada, olvidando lo que supuso al principio.
Hoy hay una corriente que reivindica la importancia que tuvo aquél movimiento, para lo bueno y para lo malo, para todos los que vivieron o nacieron en aquél tiempo.